El mapa según el modelo de la PNL
- Luisa Atanor
- 20 sept
- 5 Min. de lectura
El modelo de comunicación de la PNL nos proporciona información y herramientas para conocer nuestro MAPA, que es el punto de partida para entender cómo nos comunicamos. Entendiendo nuestro mapa y el de las demás personas, conseguiremos tener una perspectiva más completa de todo y todos/as y esto puede facilitarnos la vida.
El mapa no es el territorio
Una de las ideas fundamentales de la PNL es que cada persona vive en su propio mapa mental. Ese mapa está formado por recuerdos, experiencias, aprendizajes, emociones y creencias. Es subjetivo y nunca coincide al 100% con el de otra persona.Cuando comprendemos esto, dejamos de pelear con la realidad y empezamos a abrirnos a la diversidad de percepciones.
La famosa frase de Alfred Korzybski, retomada por la PNL, lo resume así:
👉 “El mapa no es el territorio”.
Es decir: lo que percibimos y pensamos no es la realidad en sí misma, sino una representación que construimos internamente.
La PNL es un modelo de comunicación que explica cómo las personas interpretamos la realidad. Una interpretación subjetiva que cada uno/a hace y que es diferente de la de los/as demás. Modelo cuyos creadores son el informático y psicólogo Richard Bandler y el profesor, Universidad de Santa Cruz, California, Jhon Grinder los cuales comenzaron las investigaciones de las que se nutre este modelo en la década de los 70 (1970). Según este modelo, con nuestro MAPA, transitamos por nuestra vida configurándola y creando nuestras relaciones a partir del mismo.

Cómo filtramos la realidad
Mientras interactuamos con el contexto nos llega muchísima información que captamos a través de los sentidos. Estamos continuamente expuestos/as a estímulos. Pero no procesamos toda la información que nos llega ya que nuestra atención es capaz de atender solo a una parte de estos estímulos. Y aquellos que procesamos, pasan por una serie de filtros neurofisiológicos internos que originan 3 fenómenos:
OMISIONES: Son procesos por los que eliminamos (omitimos) fragmentos de nuestra experiencia al prestar atención a ciertos aspectos de la realidad. Y cada uno/a de nosotros/as “omite” de manera diferente.
¿Habéis estado alguna vez en algún viaje o excursión con un grupo y al relatar a un tercero la experiencia a la vuelta, vuestro relato no se parece mucho al de otros/as compañeros/ as?
- "Lo mejor del viaje, las pocas colas que hemos tenido que hacer para la visita de Museos”. - "¡Qué dices!. Lo mejor del viaje que todos los hoteles en los que hemos estado tenían piscina”.
Las Omisiones son uno de los fenómenos que está presente en los malentendidos o confusiones en nuestras comunicaciones.
DISTORSIONES: Hacen referencia al fenómeno a través del cual imaginamos una realidad que no existe. Lo cual puede ser verdaderamente positivo cuando estamos en un proceso creativo, creando algo nuevo o incluso inventando una nueva solución. Sin embargo posee aspectos negativos sobre todo cuando “con 2 puntos de información, inventamos películas de miedo”. Y explico esto último:
¿Os ha ocurrido alguna vez que “interpretáis de manera distorsionada” pensamientos o comportamientos de otras personas a las que habéis podido observar tan solo unos instantes?.
“Hoy Alicia estaba muy seria en café y ha rehuido mi mirada todo el tiempo... ¿Le habré hecho algo? ¿Se habrá enfadado por lo que le dije ayer?”.
Quizá Alicia ha estado prácticamente los 10 minutos del descanso mirando su teléfono móvil intentando organizar agenda para esa semana que a priori parece que va ser complicada. Y posiblemente no te haya mirado a ti, y tampoco al resto. Y seria, sí, por supuesto. Su semana va a ser complicada y le preocupa no llegar a todo.
GENERALIZACIONES: Es el fenómeno que se da cuando en base a una serie de experiencias sobre una misma cuestión sacamos una conclusión general o global.
Como en el caso anterior, esto tiene su lado positivo ya que gracias a este proceso interno somos capaces de aprender patrones: al operar en matemáticas (aprendo cómo se hace para una serie de ejemplos, y sé extrapolar); al conducir (No aprendo a conducir con cada coche nuevo. Aprendí una vez, y puedo ponerme al volante de diferentes tipos de vehículo). ¿Se os ocurren más generalizaciones? Seguro que sí.
La cuestión es que este fenómeno tiene un aspecto negativo, que es cuando estas generalizaciones se constituyen en “leyes internas” (creencias) limitantes: “No podré con esto nunca”; “Siempre lo hago mal”; “No se me dan bien este tipo de situaciones, nunca se me han dado bien”. Se convierten en creencias. Luego hasta aquí hemos visto que la información que llega del exterior a través de nuestros sentidos sufre una serie de filtrados en base a procesos internos que son diferentes en las personas.
Sistemas representacionales: cómo pensamos
La PNL descubrió que procesamos la experiencia principalmente a través de tres sistemas:
Visual (lo que vemos o imaginamos).
Auditivo (lo que escuchamos o nos decimos internamente).
Kinestésico (las sensaciones y emociones en el cuerpo).
Aunque todos usamos los tres, cada persona tiene una preferencia. Reconocer el sistema predominante nos ayuda a entender cómo nos comunicamos y cómo llega mejor la información a los demás.
Submodalidades: los matices de la experiencia
Las submodalidades son las características que definen cómo representamos mentalmente una experiencia:
En lo visual: brillo, color, tamaño, movimiento.
En lo auditivo: volumen, tono, claridad.
En lo kinestésico: intensidad, temperatura, textura.
Al cambiar una submodalidad, cambia también nuestra respuesta emocional.
Por ejemplo, si una imagen mental que nos asusta la hacemos más pequeña y le bajamos el brillo, la emoción negativa disminuye.
Anclajes y reencuadre
La PNL también nos enseña que podemos anclar un estado emocional positivo a un gesto, una palabra o una imagen, para evocarlo cuando lo necesitemos.El reencuadre, por su parte, nos permite mirar una situación desde otra perspectiva, descubriendo nuevos recursos y significados.

Creencias y lenguaje
Las creencias son conclusiones generalizadas que adoptamos como verdades internas. Algunas nos impulsan, otras nos limitan. La PNL ofrece herramientas para flexibilizar esas creencias y transformarlas en algo más potenciador.
El lenguaje también es clave: lo que decimos y cómo lo decimos revela nuestro mapa interno. La PNL desarrolla un modelo de preguntas llamado metamodelo, que ayuda a profundizar en la experiencia real detrás de las palabras, evitando ambigüedades y abriendo nuevas posibilidades.
En la escuela Koradhi Vida Consciente, integro la PNL como parte de un enfoque integrativo. ¿Por qué? Porque la PNL nos ayuda a entrenar la mente y la comunicación interna, haciendo conscientes esos filtros, creencias y patrones que repetimos casi sin darnos cuenta.
En otras palabras: la PNL nos da las herramientas prácticas, y nos ofrece el sentido y la conexión con lo esencial.
¡Te saludo desde el corazón!
GASSHO
Luisa Atanor
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