PROYECCIÓN HOLOGRÁFICA

Proyección Holográfica y Terapia Akáshica: dos caminos hacia la conciencia unificada

Hay un instante en el que la vida cotidiana en el que el ruido, las formas y las emociones comienzan a transparentarse. Y detrás de todo aparece la mente: no como un conjunto de pensamientos, sino como un proyector. La realidad se revela entonces como una creación continua de la conciencia.

Ese es el punto de partida de la Proyección Holográfica, un entrenamiento para comprender cómo pensamos, cómo sentimos y cómo eso toma forma en nuestro campo de experiencia.

La Proyección Holográfica: aprender a ver la mente desde dentro

Imagina que tu conciencia es un haz de luz que proyecta imágenes sobre la pantalla de la vida. Si la luz está dispersa, la imagen se distorsiona; si está enfocada, todo se aclara. Esta es la práctica de la proyección holográfica: entrenar la mente para enfocar la conciencia.

A través de la meditación constante, horas de práctica que silencian el ruido interno, comenzamos a percibir las tramas sutiles de nuestra energía.

La glándula pineal, tan mencionada por las antiguas escuelas de sabiduría, actúa aquí como un portal de percepción. No se trata de ver con los ojos físicos, sino de ver con la conciencia.

Un ejemplo cotidiano: cuando alguien entra en una habitación y cambia la energía sin decir una palabra, estás percibiendo una proyección energética. El entrenamiento holográfico te enseña a leer y transformar eso conscientemente.

“La mente es el creador de la ilusión y también el camino hacia la liberación.” Jiddu Krishnamurti

Este camino no es un acto de fe, sino una práctica rigurosa. Desarrollar intuición, visión interna y percepción energética son los frutos naturales de una mente entrenada en presencia.

La Terapia Akáshica: acceder a la memoria del alma

Mientras la proyección holográfica nos ayuda a ver cómo proyectamos, la Terapia Akáshica nos muestra por qué. Los Registros Akáshicos son el gran archivo vibracional del universo, donde queda grabada cada experiencia, pensamiento y emoción.

La teósofa Helena P. Blavatsky los describió como “las tabletas de luz donde la historia del mundo se escribe eternamente”.

En una lectura akáshica, el terapeuta entra en un estado de meditación profunda y accede a ese campo de información, guiado por la resonancia del alma y no por la lógica. Es un proceso de introspección consciente y se puede recibir una comprensión sobre la raíz de un bloqueo, el propósito de vida o la dinámica entre dos almas.

No es adivinación ni predicción. Es lectura energética en su estado más puro, donde la conciencia se vuelve espejo del alma.

“No hay milagros, sólo comprensión de leyes que aún no conocemos.” Madame Blavatsky

Así, la terapia akáshica se convierte en un mapa para la evolución interior. Un espejo donde el alma recuerda su propio guión y elige escribirlo de nuevo con mayor consciencia.

El corazón helicoidal: el punto cero del campo

Tanto la proyección holográfica como la lectura akáshica se sostienen sobre un mismo eje: el corazón. La ciencia moderna confirma que el corazón genera el campo electromagnético más potente del cuerpo. Su estructura helicoidal crea un toroide, un campo que se expande en todas direcciones. Ese campo es nuestro “universo personal”.

Cuando respiramos en coherencia, cuando sentimos gratitud o amor, ese toroide se ordena y el cerebro entra en sincronía. La mente y el corazón se vuelven una sola inteligencia. Ese punto de equilibrio, el punto cero del vacío, es donde nace toda verdadera canalización.

En muchas tradiciones, el corazón era considerado la sede del alma: los egipcios lo pesaban para juzgar la pureza, los místicos cristianos lo llamaban “centro ardiente”, los taoístas lo reconocían como “la residencia del espíritu”. Hoy lo entendemos como un centro electromagnético donde la conciencia se unifica.

Un ejemplo: cuando tomas una decisión con la mente, dudas; cuando la tomas desde el corazón, hay certeza. Ese instante de coherencia es el punto cero del toroide, el canal por el que fluye la información universal.

“El corazón tiene razones que la razón no comprende.”Blaise Pascal

El camino de la conciencia unificada

Podemos decir que:

• La Proyección Holográfica es la ciencia interna de la mente.

• La Terapia Akáshica es la sabiduría del alma.

• El corazón helicoidal es el puente que las une, el centro donde todo se armoniza.

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Este es el viaje que en Koradhi Vida Consciente proponemos: una vía de práctica, comprensión y expansión.Meditar para observar. Observar para comprender. Comprender para recordar quién eres. Y desde ahí, proyectar una vida coherente con tu esencia.

Cómo comenzar este camino

Todo inicia con un paso simple: el silencio. Dedica unos minutos al día a observar tu mente sin juicio, a respirar desde el corazón y a sentir el pulso de tu energía. Desde ahí se abre la puerta a todo lo demás.

Si sientes el llamado a profundizar, el Entrenamiento en Proyección Holográfica es un espacio para cultivar esa mirada interior, despertar tus facultades intuitivas y prepararte para acceder a la terapia akáshica desde la coherencia del corazón.

Porque no se trata de aprender algo nuevo, sino de recordar lo que siempre supiste: que tú eres la conciencia que proyecta, siente y crea la realidad que habita.

GASSHO

¡Te saludo desde el corazón!

Luisa Atanor